

TALLER 1: LA HERIDA DE ABANDONO
Sanando las heridas del niño/a interior


Cuando en la infancia no recibimos lo que necesitábamos —escucha, presencia, ternura o curiosidad por descubrir quiénes somos—, una parte muy íntima de nuestro ser queda marcada por un sentimiento de soledad y desamor.
Para sobrevivir, desarrollamos estrategias de protección que, aunque nacen del amor, muchas veces repiten los patrones de nuestros padres: complacencia, exceso de trabajo, control, dureza, aislamiento, dificultad para expresarnos… Y aunque estos mecanismos nos protegieron del dolor del abandono, con el tiempo se convierten en una prisión invisible.
Al crecer, descubrimos que tememos ser rechazados o que rechazamos partes de nosotros mismos. Vemos cómo estas heridas no resueltas condicionan nuestras relaciones, nuestra creatividad y hasta nuestra capacidad de disfrutar de la vida. Es un dolor oculto que dirige nuestras acciones desde la sombra.
Lo difícil es que, a menos que haya un rechazo evidente, estas heridas no siempre se perciben con claridad. Se sienten como un vacío profundo, un agotamiento antiguo, esperando ser reconocido. Y cuando intentamos explicarlo con palabras, parece desvanecerse, porque en realidad es una experiencia precognitiva, física, energética… que anhela ser vista y acogida.
En este taller vamos a ir dibujando los matices de este viaje, nos acercaremos de una forma segura, con curiosidad y compasión, a estas partes heridas y a estas partes protectoras que dirigen muchas de nuestras acciones desde el inconsciente, para ayudarlas en aquello que necesiten y continuar aprendiendo a ocupar nuestro lugar dentro de nosotros mismos.
La vulnerabilidad es aterradora cuando no hemos aprendido a estar presentes con nuestro dolor y en lugar de ello lo rechazamos o nos juzgamos y exigimos. Sin embargo, una vez vamos, paso a paso, aprendiendo a abrazar estas heridas, estamos abriendo la puerta a una experiencia muy liberadora, que nos acercará a nuestro corazón y a darnos cuenta de cómo avanzamos en el proceso de sanación de todas nuestras relaciones.
Cuando nos vamos haciendo amigos de nuestra vulnerabilidad y de nuestras partes protectoras, estar en contacto con nosotros va dejando de ser algo aterrador y pasando a ser un arte sútil que muy a menudo nos conmueve profundamente.
¿Te gustaría dedicarte un tiempo para empezar a relacionarte contigo de una forma más consciente y amorosa?
En este taller te voy a mostrar una manera nueva para relacionarte con esta herida, porque la salud emocional y relacional no es aquello que nos pasa, sino el cómo nos relacionamos con aquello que nos pasa.
¿Qué es la herida de abandono?
Si estás interesado/a, escríbenos:


