

TALLER 8: LA SENSACIÓN SENTIDA. Hacer de nuestra vulnerabilidad un lugar seguro
Sanando las heridas del niño/a interior


No deja de sorprenderme cuando le pregunto a alguien cómo se siente y veo cómo sus ojos se dirigen hacia arriba, buscando en la mente una respuesta.
Ese gesto revela el muro que hemos creado entre la consciencia y la sensación. Y duele ver la supremacía que la mente tiene en nuestra cultura.
Nos estamos perdiendo una experiencia profundamente transformadora: aquella que acontece cuando nuestra consciencia descansa en la sensación, pudiendo atestiguar el flujo constante de cambio en el que la vida existe, sin que la mente intervenga.
Si nuestro funcionamiento interno no es así, es porque hay partes racionalizadoras, partes asustadas o desconectadas que trabajan incansablemente para protegernos. Y aunque ese trabajo nace de un amor ciego, sigue siendo un acto de devoción exquisita de nuestros niños interiores.
En este taller, de manera pausada y segura, nos adentraremos en la experiencia de la sensación sentida.
Antes, haremos el trabajo necesario para que nuestras partes protectoras nos den permiso y encuentren nuevos roles y funciones dentro de nuestro sistema interno.
Puede que se abran más de lo que imaginamos, o que se cierren por completo. En cualquiera de estos casos, seguiremos liderando nuestro mundo interior con amor, compasión y curiosidad.
Porque la salud emocional y relacional no es lo que nos sucede, sino cómo nos relacionamos con lo que nos sucede.
¿Qué es la sensación sentida?
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