DANZA-MEDITACIÓN GRATUITAS 
para todxs

La meditación sensible al trauma, te ofrece un espacio de seguridad matutino para que puedas acercarte a ti y al momento presente sin tener que estar luchando contra ti mismx. Una de las consecuencias de los traumas y heridas que hemos sufrido a lo largo de nuestra vida, es que hay muchas energías sin descargar que quedan aprisionadas en nuestro cuerpo. Muchas prácticas de meditación te invitan a estar sentado en una posición prácticamente inmóvil, observando estas energías con el propósito de que se disuelvan. Sin embargo, esto a veces nos resulta muy difícil porque sentimos sensaciones muy intensas como la ansiedad o hay muchos pensamientos que aparecen, es decir, hay mucha energía moviéndose dentro del cuerpo. Esta es una de las consecuencias del trauma a la que llamamos hiperactivación. Otra posible consecuencia del trauma es la hipoactivación, podrás saber que estás hipoactivadx si cuando te sientas a meditar, no percibes la energia fluyendo dentro de ti y entras con facilidad en un estado de adormecimiento.
 
La meditación sensible al trauma explora la quietud mental sin vernos obligados a sentarnos en silencio y prácticamente inmóviles encima de un cojín. En lugar de reprimir nuestra energía, vamos a ir a favor de ella y vamos a movernos lentamente. Es un tipo de meditación compasiva y muy amorosa con nuestro niño y niña interior. Al iniciar la sesión practicamos algunos ejercicios de orientación, arraigo, estabilización, descarga de tensiones si las hay, organización interior, escucha, respiración, auto-masaje, empoderamiento energético... siempre buscando la coherencia, la armonía y la conexión con unx mismx. A continuación danzamos y movemos nuestra energía a favor del cuerpo, encontrando los movimientos que nuestro cuerpo necesite en cada momento, ¡Cualquier movimiento que venga es bienvenido! Y los últimos 20 minutos de la sesión nos sentamos en silencio para poder disfrutar de una meditación un poco guiada y después en silencio.