El cuerpo es recipiente y canalizador de las emociones. En él guardamos experiencias vividas y otras que han quedado interrumpidas o no finalizadas. Así como también emociones no expresadas o no sentidas.

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A través de las clases podemos acceder a un mundo emocional más rico, a emociones estancadas o no expresadas. 

Es también un espacio de libertad donde sin juicio poder estar como estamos, sentir lo que hay en cada momento y expresar sin miedo.

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Te invito a una primera clase de prueba.

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Grupo a partir de septiembre